Nuestro valor...

El siglo recién comienza y el hábito de ir a un gimnasio cada vez se hace más notable y necesario por cientos de personas a lo largo del país, esto confirma que cada vez más las personas toman en serio el hecho de no solo estar físicamente bien sino también el propio hecho de optar por un mejor estado de salud, aunque todavía existen aquellos que esperan de nueve a diez meses para comenzar un trabajo físico en vista de un verano que se aproxima, pero este no es el tema que quiero abordar en este articulo.

Pregunto, ¿por qué opta una persona cuando decide ir a un gimnasio?, ¿por la instalación, las sofisticadas máquinas o por los preparadores que nos entregarán seguridad y resultados?.

Muchos años de experiencia me han llevado a la conclusión que si bien la instalación esta provista con máquinas de nueva generación, máquinas regulables y anatómicamente cómodas, esto no llega a ser suficiente para aquel cliente que no es capaz de darse cuenta de lo antes planteado, sino que solo acude al gimnasio para darle un vuelco a su vida y su salud, es por ello que la mayoría se entrega de manera inmediata a nuestras manos, como lógicos constructores y reparadores de un estado físico muchas veces deteriorado por el pasar de los años y una mala conducta alimenticia y física. ¿Cuántos realmente saben que hacer cuando llegan al gimnasio?. En realidad muy pocos, y los que saben es porque han tenido una experiencia anterior pero no obstante se entregan a ver que cambios les puede provocar una metodología de trabajo nueva.

Aquí comienza la interesante relación preparador físico- cliente, como preparadores físicos entramos en el proceso evaluativo, lleno de preguntas y de un examen físico que no deja de ser a veces incómodo para uno que otro cliente, ¿es necesaria esta compenetración? SI, en realidad tenemos la tarea de satisfacer al cliente y para ello nos es de vital importancia esta compenetración, cuando pregunto la profesión del cliente o que es lo que realiza laboralmente para mi es de gran ayuda. Es importante conocer de que ámbito social llega el cliente para adecuar nuestro comportamiento hacia cada uno de ellos y entrar en su mundo sin abandonar por completo el nuestro y mantenernos con una actitud de seguridad y confianza.

Las cuestionantes comienzan a llegar y es de mucho agrado para mí y para la mayoría de los colegas aclarar muchas de las dudas que tienen los clientes y muchas ocasiones nos damos un tiempo para esto, aquí es donde reúno una gran cantidad de ideas de mi profesora de Pedagogía cuando estudiaba en la Universidad, ella siempre desde la primera conferencia nos decía ...“ustedes, donde quiera que estén nunca deben olvidar sus funciones dentro de la sociedad, Educar- Enseñar- Instruir”..., muchos en aquel momento nos quedamos perplejos pero después de muchos años de trabajo reconozco desde el primer día que empecé hace varios años ya, que aquella profesora tenía razón y hoy día de forma quizás casual la mayoría de nosotros lo hace así y he ahí donde el cliente se llena de satisfacción y reconoce bien a su preparador.

Lamentablemente la mayoría de los gimnasios desperdicia esta filosofía de trabajo, ¿por qué lo digo? Muchos son los clientes y amigos que han estado insatisfechos al menos una vez en su vida con algún preparador, cuando me pasó la primera vez, reconozco que critiqué fuertemente al preparador y busqué las causas que podían haber provocado este ocaso singular, sin más al pasar del tiempo me he dado cuenta el real valor que como preparadores tenemos dentro de un gimnasio y no hay dudas que para dueños y administradores somos puras máquinas de músculo y con poca masa encefálica.

Quizás aquella vieja modalidad donde la carrera profesional la estudiaban aquellos que nunca fueron valorados físicamente o aquellos que el promedio no les da para otra carrera y eligen la nuestra, grave error, y en la mayoría de los casos los gimnasios tienen un material profesional muy bueno pero como decía con anterioridad solo somos una máquina más, que hacemos trabajar a los clientes que sin dudas pagan en muchos casos una suma de dinero en busca de buena calidad atencional, y que su objetivo sea logrado, unos con mucho esfuerzo físico a veces doloroso y otros de manera más calmada, quizás sin apuro pero al final su meta se cumple y es, en los resultados de estos clientes donde nos regocijamos y disfrutamos de una forma común la alegría de nuestros discípulos.

Hoy cuando escribo esto me doy cuenta de las veces que he sido pasado a llevar así como muchos colegas que entregamos lo mejor de nosotros con un profesionalismo muchas veces superior a lo que puede pensar cualquiera por trabajar con una remuneración en la mayoría generalizada inferior a lo que realizamos, algunos clientes me han preguntado muchas ocasiones por nuestro sueldo, nunca lo he dicho, pero utilizo una herramienta muy sencilla, le hago la misma pregunta pero al revés, ¿cuánto cree Ud que yo gano? La primera vez fue asombro para mí, ya hoy no lo es, pero el cliente es capaz de reconocer monetariamente nuestra labor y siempre sus expectativas han sido mucho más superiores que la realidad.
Esto, no es una crítica, sino una reflexión para aquellos que hoy día se disponen a instalar gimnasios y no conocen el rubro y para aquellos que a pesar de que conocen el rubro no recuerdan de donde provienen, un gimnasio puede ser muy lindo, muy equipado, muy sofisticado pero el que lo hace funcionar es esa persona que todo cliente abraza, felicita y que le demuestra satisfacción y seguridad, el Preparador Físico.

Comentarios

Anónimo dijo…
Toda la razon master. No hay muchos lugares donde a los instructores les importe la persona mas que los biceps que puedan fortalecer en ella o que pague a tiempo su mensualidad. Me ha pasado, sin exepcion en todos los lugares donde he entrenado, una pena.
Ahora, tener un personal-trainer, que seria una solucion a lo anterior, alcanza niveles de precios que lo hacen esquivo a muchos de nosotros.
Muchos saludos cumpañero Hector......Ah!, y aun me debe el articulo que le pedi.

Hasta la victoria....usted sabe.
Anónimo dijo…
Totalmente de acuerdo con el artículo. a pesar de ser primer gimnasio al cual he frecuentado, uno se da cuenta de la diferencia que existe con otros a través de comentarios o conversaciones. Muchos han quedado sorprendidos con mis comentarios acerca de la instrucción que he recibido por parte tuya y también de la que me daba Juan. Lamentablemente, no muchas personas lo valoran.
Felicitaciones por tu blog hector, sin duda un aporte para los que nos interesamos en estos temas y hemos intentado hacerlo un estilo de vida
Anónimo dijo…
hola hector, como estas?

te acuerdas de mi, soy marcos. nos conocimos en el axe habana, y quede prendido con tu ritmo y sabrosura.
llamame para que retomemos donde quedamos,tu tienes mi numero.

cuidate y un besote

papote.

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